Opinión

La Iglesia ¿de todos?

Hay un colectivo autodenominado “Plataforma de Defensa del Patrimonio Navarro” que está denunciando un nuevo pecado “capital” de esa Iglesia navarra tan moderna que pronto dejará de estar presidida por Fernando Sebastián.

Llevan unas cuantas semanas indagando algo que resulta, visto desde fuera, absolutamente sorprendente: La Iglesia, desde que se derogara en 1998 el artículo 5 del Reglamento Hipotecario, está registrando a su nombre los templos de todo Navarra, amparándose en el artículo 206 de la Ley Hipotecaria que, aunque no exime de demostrar la propiedad, da por buena una simple certificación diocesana.

Así las cosas, este colectivo, sólo en la Ribera, ha encontrado ya 28 inscripciones hechas sobre el patrimonio de 23 pueblos, entre los que hay parroquias y ermitas de toda la zona, como por ejemplo la Basílica del Romero de Cascante o la vieja parroquia de San Sebastián de Cintruénigo, que ya son propiedad registral de la Diócesis, no de la ciudad romana ni de la villa cirbonera y sus gentes.

Compartía sinceramente esa máxima eclesiástica que nos enseñaron de niños con la catequesis de que “Iglesia somos todos”, pero visto lo visto, igual es sólo de unos pocos, esos que estando a la derecha del Padre están convirtiendo en suyo lo que las Cortes de Navarra, Diputación, Ayuntamientos y Concejos mantenían de buena gana como colectivo, desde tiempo inmemorial, por tradición y sentido cívico de lo comunal.

A juzgar por cómo se las gastan, me gustaría saber, dentro de unos años, qué harán con ese patrimonio y esa historia de todos hecha lugar de culto, ¿una urbanización? ¿Qué será de la Catedral de Tudela? M.