En Siria estamos asistiendo a algo ya visto en Iraq y en Libia: Se arma a la oposición, la mayoría de ella terroristas de Al Qaeda, luego se montan las mentiras (armas de destrucción masiva en Iraq, masacres de Gadafi contra su pueblo, masacres y armas químicas de Assad), y después se plantea a la opinión pública la necesidad de “soluciones humanitarias”, que siempre pasan por la intervención armada, aunque luego se masacre a la población civil.
Son las agresiones de los países imperialistas, encabezados por EE. UU., especialista en golpes de Estado, en echar bombas nucleares en Japón y químicas en Vietnam, en apoyar dictaduras, siempre para obtener el control de las materias primas,
o de zonas estratégicas, acompañados por las dictaduras integristas del Golfo y Turquía.
Esta guerra, como todas,
se sabe como comienza pero no como acaba. Además de su ilegalidad por no contar con el apoyo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Llamamos a la ciudadanía, a los Partidos políticos, Movimientos Sociales y organizaciones Sindicales a oponerse a esta agresión. Así mismo esperamos que el Gobierno impida que nuestro territorio sea utilizado para esta guerra.
