Acabado San Fermín, toca recibir sus Fiestas a Cadreita y Tudela en pleno balance pamplonica: ¿Han sido las de este año unas Fiestas sosas? ¿Sobran días? ¿Falta animación? ¿El turismo excesivo del fin de semana desborda el jolgorio y, masificándolo, mata aquel ambiente sano y la diversión que inmortalizó Hemingway? Son algunas de las preguntas que hacen enfrentarse eternamente a dos concepciones del mundo y de la vida hechas mujer en este caso: Barcina versus Barkos...
Ya dijo Carnegie que “el único medio de salir ganando en una discusión es evitarla”, pero la realidad empuja y los Medios son hostiles, aunque apenas preguntan. Hay dos formas de hacer balance y de entender esos días de juerga oficial, y hay que asumir que las Fiestas están cambiando por momentos, apenas se nos hacen reconocibles.
Mirándolo desde aquí, junto al Ebro, y salvando las distancias, las Fiestas de todas nuestras villas y ciudades pasan y padecen un debate similar: ¿Tiene sentido concebir unas Fiestas en pleno siglo XXI con los cánones y modos de vida decimonónicos? ¿Es un error clásico repetir y repetir un programa de actos para, a base de ser canso, intentar que funcione?
Tudela, Buñuel y Cervera reciben sus Fiestas estos días. Están obligados a disfrutarlas, pero negarse a ver que están cambiando, es querer dejarlas morir. Vivimos de otro modo, así que habrá que asumir que habrá que plantearlas de otra manera si queremos que triunfen eternamente... Y en Tudela, Fernando Inaga, creo que ve la luz al final de ese túnel. ¡Ha muerto aquella Fiesta, Viva la Fiesta!
