Resulta una delicia contemplar cuánto se preocupan por uno.
Mientras Zapatero cambia la consigna de las tres palabras al hablar del “Proceso”, -“largo, duro y difícil”-, por el triunvirato de las “Tes”, -“Temple, Tenacidad y Tiempo”-, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, tiene la intención de considerar al vino como “bebida alcohólica peligrosa”. Por lo que uno se pregunta si quieren controlarnos tanto que hasta la dieta les sublima y preocupa.
Cuando arremetió contra las hamburguesas “XXL” se vio peligrar el chuletón de toda la vida que ya se llevó un buen repaso pagando el plato de la confabulación de la ficticia crisis de las “vacas locas”, pero que se metan con el pis de Baco, ya es demasiado.
Si en las épocas del del mostacho fascistoide la consigna de la “Firmeza, Firmeza, Firmeza” daba grima, los juegos de palabras actuales del Bamby y demás progres, no sé ya ni qué dan...
Cuando algunos catalanes piensan intervenir las viviendas, otros que ejercen de gallegos sueltos, estudian ganar personalidad cambiando el huso horario, y los vascos, más bascos que nadie, organizan el país enroscándose la txapela al 3, uno piensa con eso de que llega la Navidad: ¿vivimos en un mundo Disney?
