Que el comercio de la Ribera, junto con el de Estella, se mantenga más estable que el del resto de Navarra es una buena noticia en medio del negativo dato de que dos mil comercios de nuestra Comunidad pueden cerrar sus puertas en dos años, según un estudio encargado por la Federación de Comercios y cofinanciado por el Gobierno foral. Este cierre supondría además la supesión de unos 5.000 empleos directos. Las principales amenazas del comercio son la falta de sucesores en los comercios familiares; la presión sectorial y la competencia de las grandes superficies comerciales. Los comerciantes piden, entre otras medidas, que se permita que el comercio de ciudad pueda competir en igualdad de condiciones con cualquier otro formato comercial. Por su parte, el Gobierno de Navarra ha anunciado que doblará las ayudas en 2008. En concreto, destinará 3,4 millones a nuevas inversiones y a modernizar establecimientos. De hecho, la clave está en dar una buena imagen, en ofrecer un buen producto, a un precio competitivo, y en la especialización. Sin comercio, la ciudad no sería tal, por eso es necesaria la aplicación de medidas para evitar su desaparición.
