Opinión

La crisis de Sanyo Tudela

Sanyo Tudela no termina de levantar la cabeza. A pesar de haber inaugurado el pasado mes de mayo la nueva línea de televisores LCD, sigue inmersa en una crisis para cuya resolución tiene puesta la mirada y las expectativas en empresas de China, con las que desde Sanyo Japón se está negociando la posibilidad de que la factoría tudelana se haga con la fabricación de otros productos tecnológicos que propicien una bajada del precio de los citados televisores en el mercado.

El objetivo final es hacer la planta tudelana más rentable y no mermar una plantilla de 170 trabajadores fijos, a pesar de que la firma ha anunciado que en tres años va a recortar más de 14.000 empleos.

La agonía de esta empresa, otrora puntera, junto a una Nacesa que tampoco atraviesa un buen momento, no obstante cuenta con el respaldo de los que rápidamente se han apresurado a prestarse para mediar con los chinos y a mostrarles el gran potencial de nuestra ciudad y de su mano de obra cualificada.

Así, el Ayuntamiento de Tudela, a través de su alcalde, se ha ofrecido a hacer de anfitrión en una próxima visita de los empresarios asiáticos; la AER a hacer de mediadora, y la ETI a informarles de la buena formación de sus alumnos. Sanyo Tudela se merece este apoyo, tanto en cuanto, a pesar de los baches que ha sufrido en los últimos años, ha proporcionado un puesto de trabajo a muchos riberos y ha contribuido a la dinamización económica de nuestra comarca y de Navarra.