Esta semana sale
a Bolsa Banca Cívica y Bankia, es decir, -y en lo que nos toca- lo que queda de Caja Navarra y Caja Madrid sale a pugnar en esa timba de los poderosos que es el Mercado Continuo.
Hace no mucho ya salió La Caixa al "Mercado" -ese enemigo desconocido que todo lo puede-, a través de otra demoledora, bochornosa e indignante operación vía "bonos convertibles en acciones", mediante la que, con toda su cara, prometieron al pequeño "Inversor" todo el oro del Perú, camuflando así -unas y otras entidades- la más humillante
de las socializaciones de pérdidas colectivas de nuestra historia.
Como dice un amigo mío, cuando los que mandan te invitan a un negocio es porque ya no lo es... Y en esas estamos. Que estén liquidando, como en un zoco, lo que queda de las Cajas de Ahorros dice bien poco de nuestros gestores y aún menos de nosotros mismos que, como quien oye llover, les seguimos el juego dando por bueno semejante desfalco de guante blanco... ¡Hace falta cara!
Atrás quedaron los tiempos de bonanza en los que estas buenas firmas sólo apoyaban y financiaban a sus amigos y filiales empresariales
y emprendedores de su cuerda, repartiendo prebendas, favores, detalles y relojes. Participando de saraos
y especulativos bulos inmobililarios.
Como si de un burdo sorteo se tratara, la hasta entonces imponente capacidad del pequeño ahorrador -gestionada desde un punto de vista social- se ha convertido en el mayor atraco financiero en vida. ¡Qué pena!
