La mayoría de trabajadores españoles manifiesta que desea jubilarse a los 57 para viajar y, a la hora de la verdad, dejan su trabajo hacia los 62 años de media, y se dedican a pasear (21%), cuidar de la familia (20%), y no hacer nada (21%), según un estudio que acaba de hacer público una compañía de seguros.
6 de cada 10 personas se retiran aquí antes de la edad legal (65), en una media tardía a nivel mundial y sólo superada por Alemania, realidad a la que se suma que un 90% de los currelas manifiesta confiar en que habrá amortizado su hipoteca y que tendrá ingresos suficientes con su pensión cuando deje de estar en activo.
Esta realidad, que enlaza a la perfección con la nueva Cultura del Bienestar, choca frontalmente con las intenciones del Ejecutivo, no sólo nacional, sino europeo, que está estudiando incentivar la prolongación voluntaria de la vida laboral así como limitar y penalizar las prejubilaciones, que tanto prodigan en algunas entidades y que enrarecen el mercado laboral mandando a casa a personas con 50 y pocos tacos.
Sorprende, por otro lado, que seamos, a la postre, casi los últimos en dejar el tajo, quizás compensando así la baja productividad endémica que arrastramos, pero no vamos por buen camino...Convertirse en pensionista es un sueño dorado para todos. Los más jóvenes que aún no han cotizado, prefieren pensar en llegar a tener plaza fija y escaso trabajo siendo funcionarios, pero al resto nos pasa lo que al jubilado, nos pasamos la vida soñando... retrasando una escapada, para que el retiro nos sorprenda con la edad y las circunstancias.
