Un informe, promovido por el Ministerio del Interior, sobre el aumento de los conflictos por odio e intolerancia, ha dado de nuevo la voz de alarma, dado que este tipo de problemas ha aumentado y, en torno a un 60% de los afectados, no denuncian el caso.
El estudio evidenciaba la escasa percepción pública que se tiene sobre este grave problema, y es necesario que colectivamente se tenga presente y no se tolere en modo alguno cualquier tipo de violencia.
Demasiada televisión, demasiada incomunicación tras las Redes Sociales, los video juegos violentos y las nuevas tecnologías están convirtiendo a nuestra ‘Sociedad de la Información’ en la comunidad menos permeable a la realidad de una humanidad en plena transformación.
Más vida social, más diálogo, más conocimiento y cercanía, en lugar de encerrarnos en nuestros barrios, pueblos y comunidades blindadas, resolverían, per se, este grave problema de convivencia colectiva subyacente.
