Durante el I Congreso Nacional de Regadíos y Energías Renovables, celebrado en Baluarte la pasada semana, aseguró que "la producción agrícola para la biomasa puede convertirse en un referente para el relanzamiento del sector primario y puede generar empleo", ya que los objetivos estatales y europeos respecto a las energías renovables van claramente encaminados a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Así, adelantó que "las previsiones indican que los biocombustibles para el transporte van a ir en aumento, y con mayores exigencias de sostenibilidad, lo que va a requerir un desarrollo de los procesos productivos de segunda generación para el empleo de biomasa lignocelulósica y nuevos biocarburantes alternativos". Además, manifestó que "existe una gran dependencia energética exterior de la UE, que importa un 94% del petróleo utilizado. Además, la globalización y políticas como la PAC están provocando un descenso de la actividad rural, tendencia que podría invertirse con la implantación de cultivos destinados a la producción de materia para la biomasa. Respecto a los biocarburantes, el biodiésel representa el 75% del total consumido en la UE, frente al 25% que supone el bioetanol". Por otra parte, Alberto Lafarga, de Intia, empresa adscrita al departamento de Desarrollo Rural, destacó que "los de segunda generación -biodiésel y bioetanol- representan una oportunidad para la utilización de residuos y cultivos energéticos".
