Opinión

Guenduláin y la libertad de expresión

El proyecto del PSN de comprar los derechos de edificabilidad de Guenduláin a los promotores es tan esperpéntico como que el Gobierno de UPN baraje semejante posibilidad. La ley de suelo estatal no permite comprar expectativas. Es decir, la ley no permite comprar con dinero público algo que valiendo 8 euros se pretenda vender por 30, 60 ó por la cantidad que se acuerde políticamente. Esto es lo que dicen algunos expertos sobre el turbio asunto planteado estos días por el PSN.

Ante semejante dislate, se han levantado multitud de protestas. Y parece ser que el desacuerdo manifestado por nuestro grupo, Izquierda Unida, así como la ácida crítica del más famoso humorista gráfico navarro el pasado 13 de marzo poniendo en evidencia este despropósito para enriquecimiento de algunos, han soliviantado los ánimos del Presidente del Gobierno y del Secretario General de PSN. ¿Qué sentido tiene, si no, que el jefe del Ejecutivo señale que él “no va tirando el dinero público por los sembrados” o que el señor Jiménez diga que “no pretende enriquecer a nadie ni dar dinero gratis a nadie”. O que sabe que eso “se ha insinuado eso por parte de algunos grupos y algunos otros entes”?

De lo que se trata es de que las cosas salgan a la luz y de que el Gobierno no se ampare en la legalidad con la que se resolverá la situación. La legalidad en ocasiones resulta indecente, y no hay más que observar algunas directivas europeas que se deben trasponer en leyes que lo que pretenden es cercenar derechos. Por tanto, el Presidente y el señor Jiménez tendrán que aguantar el chaparrón de la libertad de expresión. Tanto de la oposición con sus preguntas aunque le resulten impertinentes o de difícil explicación, como se pudo observar en el Pleno de la Cámara del jueves día 12 contestando a IU, como con más temple a la hora de soportar las viñetas del dibujante más clarividente de esta Comunidad.

La libertad de expresión es el medio fundamental en una sociedad con democracia consolidada para tener opinión y contraste y tal vez la crítica mordaz por una parte y la rápida respuesta de otros ante este posible disparate haga reflexionar hasta que estas intenciones caigan en el olvido, que parece ser lo más prudente. No utilicen los empleos que se pueden crear, señores de UPN Sin embargo, el Sr. Miranda parece cómodamente instalado en usar a los trabajadores como elemento de confrontación. Más sosiego, señores del Gobierno.