Opinión

Gamonal, rebelión social

A pesar de que se está intentando vender la movilización social producida en el barrio burgalés de Gamonal como una más de las muchas iniciativas de la izquierda más radical, la de Gamonal, sin duda, va a ser una rebelión social que marcará un antes y un después en la vida política española, y por varios motivos.

Independientemente de la profunda manipulación e intento de llevar esta caliente ascua a la sardina de unos y otros, la protesta vecinal, la movilización de la ciudadanía en este popular barrio, ha estado más motivada por la típica sinrazón política que por la defensa de unas necesidades reales cada vez más vilipendiadas.

Ha llegado, por fin, un momento en el que la gente de a pie,

ese ninguneado y mangoneado "Pueblo", ha dicho hasta aquí. Y a partir de ese momento cualquier ocurrencia municipal, politiquera, interesada o incluso hasta válida,

se ha encontrado con la negativa de los vecinos, cansados ya de ocurrencias, pagos y gastos, las más de las veces, francamente innecesarios, por inoportunos y mal concebidos.

La gente ha querido salir a la calle y decir que ya está bien de pagar a escote las malas gestiones, las acciones de parte, las ideas políticas de unos pocos que funcionan no bajo el paradigma del bien común, sino al dictado de unos intereses tan oscuros como absurdos. Y esta es justamente la clave de esta revuelta popular que, más allá del 15-M y otras muchas iniciativas, marcará el futuro por su propia naturaleza sencilla, fruto del aburrimiento y el hartazgo.