El otro día tuve que subir a Pamplona por necesidad, para ir a una consulta médica.
Cojo la autopista, como de costumbre, y leo en los paneles informativos la tarifa que me iban a cobrar por hacer ese tramo en coche: 9,15 euros. Sorprendido y cabreado empiezo a echar cuentas y llego a la conclusión de que para la próxima vez no me compensa hacer uso de la autopista, pues con ese dinero pago el combustible que gasta mi coche.
Compruebo una vez más que eso de “apretarse el cinturón” en tiempos de vacas flacas es sólo para los que estamos cada vez más delgados porque nos chupan la sangre las “sanguijuelas” y, sin embargo, los que están engordando sus bolsillos subiendo las tarifas de la autopista hasta estos límites, como están gordos, no necesitan cinturones. Lo de la crisis no va con ellos...
Sr. Miguel Sanz Sesma, ex presidente del Gobierno de Navarra y ahora mandamás de las Autopistas de Navarra (Audenasa): Además de recordarle que esta autopista está ya más que pagada por todos nosotros, ¡caiga en la cuenta de quiénes somos los que utilizamos más la AP-15, de cómo lo hacemos la mayor parte de las veces por necesidad y del gasto que supone para nosotros ir a la capital: autopista, combustible, parking en el hospital, comida y así casi todos los días que vamos allí: entre 40 y 50 euros de media! (Eso, contando con el regreso gratis si tienes el dispositivos OBEs de telepeaje de la autopista).
