Opinión

Fórmulas de colaboración

Los Centros Tecnológicos agroalimentarios del Valle del Ebro se reunieron la pasada semana en Calahorra, en un encuentro organizado con el objetivo de coordinar sus esfuerzos para mejorar el sector y reflexionar sobre la industria agroalimentaria riojana, aragonesa y navarra.

En la reunión se puso de relieve la necesidad de desarrollar estrategias eficaces de transferencia y desarrollo tecnológico, para lo que “es preciso trabajar en fórmulas de colaboración entre empresas, compartir información y desarrollar estrategias coordinadas y más activas de interrelación con las industrias”, concluyeron los asistentes. Además, se acordó realizar un estudio de necesidades del sector.

Se trata ésta de una buena política, auspiciada por la máxima de que la unión hace la fuerza, y que, no obstante, entraría en contradicción con la intención de la Diputación General de Aragón de promover en Mallén un centro logístico agroalimentario, a tan sólo 25 kilómetros de la Ciudad Agroalimentaria de Tudela, porque se habla de competencia feroz, de tirar los precios del suelo para que las empresas elijan Mallén en detrimento de Tudela. Algo increíble si nos atenemos a esa estrecha colaboración y a esa unión que las comunidades limítrofes preconizan, máxime en materia agroalimentaria. Pero el alcalde de Mallén y el director de la iniciativa de Tudela ya han salido al paso de esas, al parecer, infundadas intenciones, plasmadas en un rotativo aragonés, diciendo que ambos proyectos son complementarios y que nacen bajo el objetivo de esa colaboración interregional tan necesaria para crecer.