Jesús Hermida, que falleció este lunes, dijo en una entrevista que cuando España entró en el Mercado Común estaba enamorada de Europa. “Era la novia”, afirmó. Sin embargo, ahora que este sábado día 9 se celebra el Día de Europa, somos plenamente conscientes de la escasa ilusión que la Unión aporta.
En cualquier caso, esa apatía no sorprende cuando uno descubre hacia dónde se conduce ésta, ya que, lejos de profundizar en los derechos y objetivos comunes, plantea dilemas como el de la última sentencia del TJUE, Tribunal de Justicia de la UE, que ha avalado impedir donar sangre a los homosexuales, como ya hace Francia y otros países, en lugar de, simplemente, mejorar las garantías sanitarias de las donaciones. Así, con la mirada de una boda de conveniencia, España observa con recelo cómo se conduce un continente a la deriva.
