Opinión

En defensa de nuestras denominaciones de origen

La feria Alimentaria 2012 será con toda seguridad otra nueva gran cita del sector agroalimentario, ya que concitará a unas 4.000 empresas del sector, 1.300 extranjeras procedentes de 75 países diferentes. Como no podía ser de otra manera, Navarra volverá a estar dignamente representada, como lo ha estado interrumpidamente desde su debut en 1984, demostrando la variedad y calidad de sus productos y la profesionalidad de sus elaboradores y transformadores.

Reyno Gourmet, como emblema de promoción de los productos agroalimentarios de calidad, es la imagen común de todas nuestras Certificaciones de Calidad. Es de reseñar que en la actualidad en Navarra tenemos 15 productos acogidos a Certificaciones de Calidad: 7 Denominaciones de Origen Protegidas y 5 Indicaciones de Origen Protegidas. Tanto las Denominaciones de Origen (DO) como las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) se gestionan a través de sus respectivos Consejos Reguladores, constituidos por representantes de productores e industriales/elaboradores elegidos mediante sufragio directo en elecciones convocadas periódicamente para renovar sus vocales con el gasto económico y el coste humano que ello representa para las organizaciones que concurren a dichas elecciones. El borrador de la ley de calidad agroalimentaria a nivel nacional que iba a marcar la línea a seguir en estos procesos electorales finalmente no ha visto la luz, y tampoco la de Navarra.

Desde la UAGN estamos tratando de acelerar la renovación de sus órganos ante la falta de renovación legislativa. Conscientes de dicha problemática, UAGN ya ha iniciado contactos con la Administración foral y Organizaciones afectadas tendentes a simplificar y racionalizar fórmulas de renovación de los respectivos Consejos Reguladores, en un afán por reducir gasto público y privado, garantizando plenamente la representatividad y la pluralidad. Y más aún, encontrando después de varias consultas electorales, una representación muy consolidada y poco cambiante en muchos de sus consejos, y en muchos casos una unanimidad total en la toma de decisiones.

La defensa de nuestras DO e IGP requiere reducir gastos en una etapa de crisis económica generalizada y dramática para alguno de los productos con certificación de calidad, sin que ello signifique, en modo alguno, un mínimo retroceso en la defensa a ultranza de nuestras producciones agropecuarias, entre otras razones porque ese ha sido el santo y seña de UAGN desde hace ya muchos años. Nuestras denominaciones son lo primero, y de eso que nadie tenga dudas, pero siempre con una política estructural que garantice la rentabilidad de los agentes que en ella nos desarrollamos.

Dejando muy claro lo anterior, no debemos olvidar, y mucho menos nuestra Administración, que las DO e IGP tienen como objetivo ineludible, además de potenciar, prestigiar y garantizar las calidad de los productos que avalan, propiciar valor añadido a las producciones agropecuarias. Es un concepto obvio que a veces no se entiende o se puede malinterpretar si no se está dedicado cada día y minuto del día en defender a nuestro Mundo Rural.

Y eso es lo que le pasa a nuestra Administración de Navarra, que ha intentado abarcar en un único Departamento tantos intereses que no alcanza a realizar una política acorde a nuestras necesidades.