Opinión

El Vaticano cómplice de los Castro

La revolución cubana enfiló a los católicos en los años sesenta del pasado siglo XX, pues la mayoría de los 850 curas y 1.200 religiosas, que había en la isla eran españoles y de formación franquista.

Hoy quedan 361 curas y 619 monjas y la mayoría son sudamericanos, por lo que España, ha dejado de ser influyente en la iglesia católica cubana actual.

Fidel Castro se cargó la Navidad en 1965 y declaró Cuba un estado ateo en 1976, desde entonces ser creyente ha estado castigado, con la exclusión social de todo aquel que defendiese a la Iglesia católica.

El actual cardenal de la Habana Jaime ortega, pasó por los trabajos forzados, fue a partir de 1991 cuando los creyentes fueron admitidos en el partido comunista cubano.

La Iglesia ha ido ganando espacio, poco a poco, en Cuba, en la actualidad el sesenta por ciento se declara creyente, pero tan sólo el cinco por ciento son practicantes, exactamente igual que en España, por lo que los Castro, no han hecho más daño al Vaticano que el régimen nacional católico del generalísimo laureado....la Iglesia se cae sola.

Pero pese a no mirarse bien, Cuba y el Vaticano, se ayudan mutuamente, para conseguir ambos, su supervivencia, aún cuando los cristianos críticos, con el estado comunista cubano, sean ninguneados por Benedicto XVI y ni siquiera los incluyan en la agenda de visitas, en su paso por la isla.

El oportunismo de estos falsos representantes de Cristo en la Tierra, les hace apoyar estados ateos como el Chino y el cubano, aún cuando sus fieles disientan de esa política traicionera, a la libertad y a los derechos humanos.