El Gobierno foral cerró el viernes su nuevo plan para la reactivación económica, que contará presupuestariamente con 545,5 millones de euros en el trienio 2015-2015, lo que supondrá disponer de un 10% más de recursos que en el anterior plan 2012-2014, casi 46 millones.
Los fondos está previsto que se inviertan en formación, inversiones industriales, renovables, rehabilitación de vivienda e investigación, pero, a la postre, quedan en manos de la CEN, CC. OO. y UGT, que llevan años alimentados con esta manduca que, a la hora de la verdad, no termina de llegar a los más de 45.000 parados con que cuenta Navarra.
El Ejecutivo lleva décadas con apuestas de este tipo que, lejos de promover el empleo, engordan a los agentes sociales que deberían ser acicate de la acción de gobierno para hacer mejorar a éste y conducirse por el buen camino, y, por otro lado, vacían de contenido las medidas políticas que podrían activar la calle. En resumen, el plan llega viciado por los mediadores y demasiado cerca de unas elecciones.