Opinión

El desarrollo (in)sostenible

La economía navarra y española sigue creciendo a buen ritmo, pero a costa de destruir el medio ambiente. Desde 1990, los gases de efecto invernadero han aumentado un 45% y el suelo urbanizado un 30%, el consumo de energía crece un 6% cada año y la demanda de agua un 13%.

Nuestro actual modelo de desarrollo es insostenible. España está suspendida en esta materia, ocupando el puesto 76 entre 146 países. Y Navarra está por encima de la media española en cuanto a contaminación per cápita. Algunos países avanzados ya han empezado a reaccionar, pues el cambio climático puede acarrearnos graves consecuencias para la salud, la economía y el bienestar.

Los primeros síntomas ya están aquí: aumenta la temperatura y crece la desertización, la calidad del aire baja y provoca cada año en España 14.000 muertes prematuras, algunas cosechas empeoran por la contaminación, el ozono troposférico supera en la Ribera los límites permitidos, los nitratos de los pesticidas llegan al acuífero del Ebro, etc.

Y, sin embargo, nos cuesta reaccionar. Decimos estar preocupados por el medio ambiente, pero no lo parece, ni siquiera somos capaces de no ensuciar el suelo de las calles. ¿Qué podríamos hacer?

Hay dos principios básicos, de carácter preventivo, que deberíamos practicar: consumir menos recursos (agua, energía, suelo, árboles) y contaminar menos (CO2, residuos químicos no biodegradables). Como la prevención no siempre es efectiva, hay otros dos principios, de carácter correctivo, que deberán aplicarse: quien contamine, que pague; y a quien no contamine, que se le compense.