Rendir pleitesía al César y aplaudir sus gestos era un acto ininterrumpido e inquebrantable en la antigua Roma por parte de su séquito.
Hoy en día, en una sociedad, llámese “democrática”, esta sumisión pelotera es sinónimo de cobardía, corporativismo o interés partidista.
Todo esto es el prólogo de una opinión. (Acertada o equivocada, los lectores juzgarán) pero libre de coacciones, de miedos y de complejos.
La familia del deporte navarro, concretamente del fútbol, tenemos que despertar y hacer jaque mate a una Federación que no ejerce una política eficaz en ninguna de sus facetas.
Debemos exigir que la administración pública tome cartas en el asunto para que todos, árbitros, entrenadores, clubes y jugadores podamos elegir libre y democráticamente a nuestros representantes y criticar o avalar su gestión.
Una hipótesis poco probable dada la filiación política de estos mandamases: U.P.N.
Señor José Luis Díez, por el bien del fútbol navarro: MÁRCHESE y llévese a todos sus amiguitos.