El sentido común se ha instalado en el Ayuntamiento de Tudela. Su alcalde, Luis Casado, ha decidido paralizar un proyecto estrella para esta legislatura como era la reconversión en Centro Cultural del antiguo Convento de San Francisco, conocido como cuartel de sementales, obra adjudicada, a pelo, a nuestro insigne arquitecto Rafael Moneo. La apuesta de UPN por esta infraestructura parecía inamovible y, sin embargo, la situación política y económica de la ciudad, tanto o más que la propia opinión pública que estaba muy en contra, demandaban la acertada decisión. La oposición está dando caña, como era de esperar, a un equipo de gobierno empecinado en la cuestión y cegado en su faraónico afán por hacer de la capital ribera una superdotada urbe. Y si es lógico y loable que se apueste fervientemente por el futuro y se desee lo mejor, es la prudencia la mejor de las consejeras dada la situación... ¡Las urnas lo refrendarán!
