Opinión

David contra Goliat

El sistema político británico ha dejado de ser bipartidista. Por fin, parece que los ingleses podrán, por vez primera, cambiar la ley electoral británica concebida desde la implantación de la democracia (la más antigua) para perpetuar en el poder a los dos grandes partidos. La prueba de su injusticia está en los resultados de las últimas elecciones en Gran Bretaña: 306 escaños al partido Conservador con el 36% de los votos, 256 a los laboristas con un 29%, y sólo 57 escaños a los liberales de Nick Clegg con el 23% del escrutinio.



Ante estos resultados, los medios de comunicación afines a los dos grandes partidos se afanan por resaltar el descenso en escaños del Partido Liberal Demócrata; pero omiten resaltar, en mi opinión intencionadamente, que gracias a él la democracia británica puede, por vez primera, salir victoriosa frente a los abusos de poder de los dos grandes partidos ingleses.



Goliat tendrá que pactar con David el cambio de la ley electoral; algo sumamente importante si se quiere salvar la democracia, de la injusticia de un sistema bipartidista que tiene el mismo comportamiento en otros países, España incluido.



El pequeño David (partido Liberal Democrático) con muy pocos recursos económicos y un tratamiento manipulador, por parte de los medios de comunicación; especialmente tras el debate televisivo del pasado 16 de Abril en el que su candidato Nick Clegg contó con el respaldo de la audiencia, ha sabido resistir contra viento y marea los ataques de los colosos.



Su fuerza se sustenta en el firme propósito de cambiar una ley electoral que perpetúa en el poder a los Goliats de turno, gracias a un arma sumamente eficaz: un sistema electoral tremendamente injusto.



Algunos amigos me han preguntado si en España podría darse el caso del Reino Unido. En mi opinión, sí. Buena prueba de ello es el tratamiento que se le está dando al asunto por parte de los dos grandes partidos españoles.



Es obvió que se afanan en presentar al partido Liberal Demócrata como el claro perdedor en los comicios británicos por si a alguien se le ocurre relacionarlo con Unión Progreso y Democracia; y esta actitud desvela una cierta incertidumbre en el ambiente preelectoral español por parte de PP-PSOE, ya que ellos saben que los españoles tenemos los mismos utensilios que el David inglés: una onda llamada democracia, una pequeña y eficaz piedra en forma de papeleta, y una fuerza motriz, sustentada en la voluntad por mejorar.



Ya sólo nos queda creer en nosotros mismos, tomarnos en serio nuestra responsabilidad como ciudadanos libres, no dejarnos manipular por las opiniones de ciertos medios de comunicación; y enfrentarnos al Goliat en las urnas para obligarle a cambiar el sistema electoral actual por otro más democrático y representativo.