Opinión

¿Cómo combatir el cambio climático?

El famoso documental Una verdad incómoda, promovido por Al Gore, ha servido para divulgar en todo el mundo el mensaje de que el cambio climático ya se está produciendo y de que, por tanto, es preciso tomárselo en serio adoptando medidas eficaces que corrijan la situación actual. El ex-vicepresidente americano nos hacer ver que es nuestro modo de vida el que genera los problemas medioambientales y que, como consecuencia, todos -no sólo los ecologistas- debemos implicarnos en su solución.

Dada esta situación, la política y la educación medioambiental deben constituir una de las prioridades de los poderes públicos. Algunos Ayuntamientos hace tiempo que vienen trabajando en esta dirección. Sin embargo, no ocurre así en Tudela, cuyo gobierno municipal de UPN nunca se ha preocupado seriamente de este tema, ni forma parte de su agenda política. Ni siquiera las actuales jornadas de sensibilización medioambiental son iniciativa del Ayuntamiento, sino un componente del programa europeo Concerto con el que se quiere financiar la Eco-city. Un proyecto, éste sí, propio de UPN, que contradice las recomendaciones europeas de sostenibilidad urbana.

¿Qué carencias medioambientales tiene Tudela? Bastantes. De entrada, no hay ningún estudio de diagnóstico ni ninguna estrategia establecida para nuestro municipio. Hace ya ocho años que el Gobierno de Navarra financió y el Ayuntamiento aprobó la Agenda 21, que abordaba precisamente estas cuestiones, pero primero Luis Campoy y luego Luis Casado la guardaron en un cajón y nunca más se supo. Dinero malgastado y oportunidad perdida para Tudela. Una vez más. Algo parecido ocurrió con el plan especial del Ebro, realizado por EHN en 1998 para el Ayuntamiento, en el que se proponía un parque fluvial en torno al río. También ese proyecto fue olvidado. El grupo municipal de UPN planifica poco, y cuando lo hace no suele cumplirlo.

Las consecuencias de esta dejadez están claras: mucho gasto energético y contaminación ambiental (aire, agua, ruidos), creciente uso del coche, pocos árboles y zonas verdes, etc. Sin que se informe debidamente a la población sobre la calidad ambiental que tenemos en Tudela. En este tema, como en tantos otros, nuestro gobierno municipal va por detrás de la sociedad, tanto de la opinión pública, que tiene que movilizarse de vez en cuando (incineradora) para que reaccione, como de muchas empresas, que ya disponen de una política medioambiental bien definida, con objetivos y parámetros exigentes, con inspecciones y controles de calidad.