Pronto el telón del Ópera Prima se alzará, los actores y directores acudirán a nuestra pequeña ciudad y las bambalinas se llenarán de cine, de emoción y de sueños. Lo que algunos tudelanos hace años pensaron y comenzaron a fraguar, hoy es una realidad gracias a su esfuerzo y tesón.
El festival Ópera Prima parece que poco a poco cobra auge. Año tras año directores de prestigio, actores, y películas parece que lo mejoran en caché y calidad, y pienso que, por ese motivo, sería hora de que el certamen se realizara en un lugar adecuado ya que considero, como muchos, que el cine Moncayo se ha quedado obsoleto. La ubicación, el exterior, incluso el propio interior del cine, por muchas mejoras que se hayan hecho, hacen pensar más en un cine de barrio, de cine de antaño, que de un habitáculo capaz de acoger a un festival con el mínimo prestigio. Pero la pregunta es ¿dónde se puede hacer un festival así en nuestra ciudad?...Y la respuesta es ¡hoy por hoy, en ningún lugar!
Pienso que todo se ha escrito sobre el Teatro Gaztambide; el empecinamiento del alcalde anterior en rehabilitar este teatro en vez de construir uno, sus diez años de obras, parones y conflictos, sus mas de nueve millones gastados, sobrepasando por mucho el presupuesto anunciado, la faustosa inauguración como si nada hubiera pasado y el jarro de agua fría pocos días después al detectarse que varias filas de butacas carecían de la visibilidad necesaria tras toda una década de obras y millones gastados.
Y la pregunta que muchos nos hicimos en su día sigue vigente hoy ¿por qué se desechó la idea de que el Gaztambide además de teatro pudiera ser sala de cine? ¿Por qué no se colocó una pantalla de cine en el teatro y un proyector con el objeto de que también sirviera como sala cinematográfica?. Creo que no hubiera sido un problema, el coste hubiera sido mínimo y nos hubiera servido por ejemplo para que el festival Opera Prima tuviera un lugar digno y elegante para celebrarse. Y es que nadie entiende que tras años de obras, dinero invertido, problemas múltiples más o menos subsanados, ahora que tenemos un teatro digno de una capital, éste no pueda servir para el evento cultural más mediático de nuestra ciudad.
Pero el error, por lo que me han informado hace escasas fechas, lejos de subsanarse va a incrementarse más, puesto que en la casa de cultura, si algún día llegara a realizarse, tampoco se ha previsto el construir una sala que pueda servir para proyecciones cinematográficas. Es decir que nos esperan años, quizás décadas, en los que la única sala de cine de nuestra ciudad seguirá siendo el viejo cine Moncayo.
