Opinión

Bienestar Social

Toda sociedad que disfruta de altas cuotas de bienestar social demanda más y mejores prestaciones sociales. En Navarra nos encontramos a la cabeza de las comunidades autónomas y por encima de la media europea en casi todo lo relativo a bienestar social. El desarrollo económico de nuestra comunidad ha posibilitado el incremento de las políticas sociales. Cuando algunos califican al Gobierno de Navarra como derecha inmovilista, ejerciendo la política del desprestigio, manifiestan su incompetencia o cuando menos su visión deformada de la realidad. Con el sistema de bienestar social cimentado en Navarra, el Ejecutivo ha demostrado con hechos su progresismo social, alejándose de la demagogia y la utopía.

La oferta de plazas residenciales para nuestros mayores, el complemento de la pensión de viudedad, ayudas a la familia como apoyo integral, atención domiciliaria, protección a las víctimas del maltrato doméstico, instalaciones deportivas, culturales, educativas, sanitarias... y tantos programas y prestaciones de protección social que han afianzado nuestro sistema de bienestar social y son referencia tanto en España como en Europa. Es obligación y responsabilidad de nuestros gobernantes mirar al futuro e intentar racionalizar los recursos para consolidar el sistema.

Es fácil pedir mayor dotación económica cuando se produce un aumento desmedido de la demanda de prestaciones. Si se permite un crecimiento desproporcionado de la población antes hay que prever que existan suficientes recursos e infraestructuras para que los nuevos ciudadanos queden protegidos por el sistema, de lo contrario aumentará la injusticia y el descontento social al repartir los mismos recursos para un mayor número de prestaciones.

Quienes no han sabido establecer sistemas de bienestar social en las Comunidades que gobiernan exigen, en las que son oposición, prestaciones sociales inimaginables o de absurda e imposible aplicación. ¿Dónde está la sensatez y la racionalidad?