La principal misión de un Ayuntamiento es mejorar el bienestar de sus ciudadanos. Puesto que el desarrollo económico tiende a generar desigualdades, se precisa una decidida voluntad política (propia de la tradición socialista) que trate de corregir esa tendencia. Es lo que se hace con las llamadas políticas sociales, que incluyen la sanidad, la educación, las pensiones, etc. Pero entre todas ellas hay algunas, las denominadas de "bienestar social", que se ocupan de ayudar a las personas más dependientes o desfavorecidas, aquéllas que necesitan alguna acción específica que compense su difícil situación: mujeres, ancianos, discapacitados, marginados, etc.
Los gobiernos conservadores suelen descuidar las políticas sociales. Es lo que viene ocurriendo en Tudela con el grupo municipal de UPN, que muestra escasa convicción y voluntad en estos temas. ¿En qué se nota? En primer lugar, en falta de iniciativa. Como no se los toman muy en serio, son remisos a diagnosticar las necesidades y planificar las soluciones, no suelen admitir las propuestas de la oposición, y cuando lo hacen es con bastante retraso, siempre a remolque de la reiterada insistencia de las asociaciones de mujeres, jóvenes, ancianos, ONGs, etc. La segunda prueba de su desinterés es el escaso presupuesto destinado a estas áreas, bastante menor que a las demás.
La mejora de esta situación sólo puede venir de un cambio de planteamiento que afronte con decisión esos dos tipos de carencias. Por una parte, un aumento sustancial de los recursos destinados a Bienestar Social, que los socialistas proponemos de un diez por ciento anual. Es en este ámbito presupuestario donde fácilmente se puede medir el grado de voluntad o prioridad que se le da a cada tema.
Y por otra parte, la planificación y puesta en marcha de aquellas acciones que resuelvan las carencias detectadas. Es lo que por fin se ha hecho en el área de Mujer con el I Plan de Igualdad de Tudela, cuyo desarrollo acometerá en gran medida el nuevo Ayuntamiento. Donde aún no se ha realizado una tarea similar, que considero prioritaria, es en el área de tercera edad y salud. Además del tercer centro de salud y de la ampliación de los servicios del Hospital (cuidados paliativos, atención psiquiátrica, etc.), es preciso un Plan Sociosanitario que mejore la atención domiciliaria, la teleasistencia, el servicio de comidas, la revisión del concierto con la Misericordia, la eliminación de barreras arquitectónicas, etc. Del mismo modo, hace falta un Plan contra la pobreza y la exclusión, como está proponiendo Pobreza Cero, que incluya políticas efectivas de integración y convivencia.
