Desde la fiscalía se establece “cuassi” como condición el posicionamiento
que se adopte frente a la violencia. Y de esta manera se pretende
justificar la “legalización “ de las listas presentadas por ANV a las
elecciones del próximo mes de mayo.
Por su puesto que se posicionan en contra de la violencia, pero es
necesario “puntualizar”, es necesario que se condene la violencia, “toda
la violencia” se tiene que condenar todo aquello que no respete la
actuación en libertad de “todos” y cada uno de los ciudadanos.
La violencia es un término relativo, y el relativismo se apodera de la
sociedad actual, todo puede ser relativo, todo puede depender del cristal
con el que se mire.
Un posicionamiento claro ante la violencia, contra la violencia, pasa por
exigir a la banda terrorista la entrega de las armas, pasa por que se
condenen con claridad todos y cada uno de los atentados terroristas,
incluso por ir más lejos, para que las victimas puedan recuperar su
dignidad arrebatada, pasa por dos que condenar los atentados que la Banda
terrorista ETA ha perpetrado en su existencia.
Eso supone un claro posicionamiento en contra de la violencia, esa postura
puede suponer un gran paso hacia la PAZ, hacia la verdadera PAZ.
ANV se creó en una espacio temporal y político, que poco tiene que ver
con el actual, y por tanto, no podemos asentarnos, señor fiscal, en
aquello que en su momento planteó, como postura contraria a la violencia,
pues desde sus inicios, se han establecido por las personas de su entorno
diferencias cuantitativas en cuanto a la determinación de la violencia.
Parece que determinadas personas del entorno radical vasco, no tienen
claro que definir como violencia; para ellos, y para todos, violencia supone el mal trato que pueda darse a un detenido o a un preso; pero para
nosotros, y no parece para ellos, violencia es matar a un ciudadano por la
espalda con un tiro en la nuca, o poner una bomba en los bajos de un
coche; para nosotros, y no parece para ellos, violencia es incendiar un
comercio de un político, incendiar bienes públicos como contenedores
cajeros etc.; para nosotros, y para ellos parece que no, violencia es
intentar amedrentar a los ciudadanos impidiendo que puedan declarar
abiertamente sus opiniones, sus tendencias políticas, o simplemente
expresar sus ideas.
Una vez que los conceptos de violencia sean asumidos por quienes quieren
estar en la vida pública, podrán formar parte del entramado representativo
que toma las decisiones que en PAZ y en armonía civilizada, esa que
preside el respeto, afectan a todos los ciudadanos.
No se engañen, o no se dejen engañar, que la gran mayoría de los
ciudadanos, pretendemos que estén en los foros parlamentarios y
municipales, porque en la medida que sea reflejo de una condena y de una
lucha clara contra la violencia y el terrorismo, supondrá para todos la
ansiada PAZ.
José Javier Solabre Heras