Este proyecto desde un principio despreciado técnica, social, ecológica y en parte políticamente en nuestra ciudad, y por el cual se han despilfarrado unos 200.000 euros, parece ser, tendrá una alternativa más voluntarista que real en el devenir urbanístico de Tudela.
La alternativa anunciada por nuestra primera autoridad municipal, dice que tanto el Barrio de Lourdes como la zona del Queiles, podrían convertirse en la nueva apuesta Municipal por la sostenibilidad en Tudela, a partir del rechazo anunciado por el Gobierno de Navarra, relativo a esta singular edificación llamada Ecociudad y cuyo único fin trataba la construcción de un núcleo urbano para clases altas, por cierto, hoy refutado por el ejecutivo Foral como decíamos, pero antes apoyado incompresible por el mismo.
Sin desestimar al Barrio de Lourdes, merecedor de cualquier ayuda o promoción, como a la incipiente zona del Queiles, quisiera aportar una iniciativa en pro del socorro que pide a gritos nuestro Casco Viejo Tudelano, en clave de verdadera sostenibilidad para este, a niveles de rehabilitación medioambiental, histórico-cultural y por supuesto de habitabilidad.
Resulta paradójico que mientras se piensa en impulsar macro infraestructuras como la Ecocity, campos de golf etc., se olvidan de llevar a cabo estrategias de urbanismo y edificación sostenible en el Casco Antiguo ya existente, como se hace en toda Europa, desarrollando políticas de rehabilitación, ornamentación e iluminación de diferentes espacios y edificios existentes. Diseño de jardines y de una circulación consecuente en esta parte de Tudela etc., aprovechando las ayudas públicas, incluidas las provenientes de la CE, con el fin de mejorar los distintos servicios que se precisa y consiguiendo una mayor eficacia en cuanto a la sostenibilidad urbanística citada, con costos sensiblemente inferiores, resolviendo de esta forma, las necesidades y demandas que este barrio y sus habitantes exigen.
