Opinión

Alta Velocidad en la Ribera

Lo comentaba el otro día en la tertulia de una radio local en la que se debatía el presente y futuro del desarrollo de la Ribera: la llegada del Tren de Alta Velocidad constituye uno de los factores clave en la mejora de las posibilidades de progreso y crecimiento desde el punto de vista turístico, social, económico, comercial y de las comunicaciones.

Es cierto que, desde el Gobierno foral, guiado por el compromiso de apoyar la cohesión social, la igualdad de oportunidades de todos los navarros y el equilibrio territorial, se ha apostado, y muy fuerte, por la Ribera en los últimos años. Ahí está la transformación en autovía de la N-232; ahí está la extensión de la Universidad Pública; ahí están las nuevas áreas industriales, con la ciudad agroalimentaria como principal exponente; las mejoras en la atención sanitaria y en los colegios; la creación de centros 0-3 años; las infraestructuras locales, etc.

Pero hay otras actuaciones vitales que benefician no sólo a la Ribera sino a Navarra en general y al resto de España en las que venimos reclamando hace tiempo la colaboración del Gobierno central porque no son competencia de la Comunidad Foral, como la autovía a Madrid y el Tren de Alta Velocidad.

Escribo estas líneas a escasas horas del encuentro entre Miguel Sanz y Rodríguez Zapatero. Es más que probable que usted, estimado ciudadano, se disponga a leer este artículo sabiendo los resultados de una reunión tan esperada como necesaria para sentar las bases de la cooperación entre ambas administraciones. No hay que olvidar que, aparte del impulso a las obras del TAV, quedan pendientes cuestiones por resolver como el trazado ferroviario a su paso por Tudela.

Poco importa ya que el ministro Solbes cuestionara la aplicación en Navarra del sistema de financiación permitido en el País Vasco, esto es, que el Gobierno foral adelantara el coste del corredor descontándolo luego de lo que Navarra aporta al Estado vía Convenio Económico; poco importa ya que los socialistas navarros en el Congreso y el Senado rechazaran la agilización de las obras. Poco importa ya que no se destinara ni un euro en los Presupuestos. Poco importan ya los dimes y diretes. No es tiempo de reproches sino de acuerdos; no es tiempo de mirar atrás sino de mirar al frente, no es tiempo de intereses partidistas sino del interés general de los ciudadanos.

Alberto Catalán Higueras

Secretario General de UPN