Opinión

Algunas claves municipales

El año que viene, 2011, será año de elecciones municipales y es urgente clarificar y debatir públicamente sobre las claves necesarias para afrontar desde el ayuntamiento la crisis estructural, económica y política que toda la ciudadanía padecemos.

En primer lugar creo que es necesario determinar con acierto que significa “el cambio”, ya que muchas veces este concepto se utiliza por los políticos profesionales como un quítate tu para ponerme yo y el resultado suele ser un cambio de cromos más que una alternancia de contenidos, formas y usos en la gestión de lo público.

Por lo tanto una primera cuestión a tener en cuenta desde aquí hasta mayo del 2011 debe ser no dejarse engañar por quienes presentan el concepto cambio como un asunto de cosmética sin profundizar en las entrañas y en la raíz de los problemas.

Teniendo en cuenta que las elecciones municipales van a ser una prueba de fuego para Zapatero y Rajoy de cara a ocupar la Moncloa no podemos caer en la trampa del juego mediático de los Partidos y debemos tener en cuenta que nos jugamos la gestión de Tudela.

Otra de las claves debe ser que no exista mayoría absoluta de ningún partido político ya que ello supone una forma de gestión totalmente partidista y sin opción a consensos y acuerdos en temas estratégicos para Tudela.

En este sentido y dada la cruda realidad económica de nuestro ayuntamiento y viendo la mala gestión desarrollada hasta el día de hoy tanto por UPN ahora como antes por el PSOE será imprescindible crear un Consejo Económico y Social Municipal que posibilite, sin exclusiones, la participación de agentes sociales y populares de cara a consensuar propuestas a llevar al Pleno para contrarrestar los efectos de la pobreza que nos traen el capitalismo y las políticas neoliberales.

La política de privatización de servicios públicos deberá finiquitarse y todos los servicios contratados o externalización de tareas municipales se deberán reorientar para la creación de empleo público.

El empleo deberá ser la prioridad principal y absoluta del ayuntamiento y para ello se tendrá que revisar la actual plantilla orgánica y analizar todos los puestos de trabajo y aplicar las modificaciones pertinentes en cada área para posibilitar una mejora del servicio, mayor atención al ciudadano y el aumento de servicios municipales tanto en calidad como en cantidad.

La política fiscal o impositiva, es decir los impuestos, deberá cambiar como de la noche al día y quienes tienen mayor poder económico deberán pagar más y los baremos se deberán aplicar según gastos reales ya sean particulares, comunitarios o industriales. El impuesto del agua tendría que ser un impuesto a revisar ya que pagamos más por depurar el agua que por el agua de boca y los beneficios económicos de la Junta de Aguas deberán revertir directamente a las arcas municipales.

La política cultural deberá orientarse a la promoción y apoyo de nuestra cultura popular y local y no a gastos faraónicos en conciertos “basura” o a la privatización de la dinamización cultural y por ello Castel Ruiz deberá volver a ser un ente municipal y público y no de gestión privada.

La política deportiva tiene que posibilitar y potenciar un mayor uso de instalaciones municipales a todos los niveles y edades y para ello tanto polideportivos, campos de futbol y patios de escuelas deben tener las puertas abiertas mañana y tarde de forma regulada.

Se tendrá que analizar el estado actual de las tierras comunales del ayuntamiento y habrá que posibilitar nuevas formas de explotación colectiva o cooperativa y las grandes explotaciones industriales agrícolas deberán abandonar la tierra comunal.

El turismo deberá orientarse radicalmente hacia nuestros vecinos más cercanos y con mayor poder adquisitivo y esto significa que Tudela debe mirar prioritariamente hacia Pamplona, Donosti, Bilbao, Vitoria y Baiona.

El euskera, francés e inglés deben ser lenguas a potenciar en todos los ámbitos de cara a posibilitar una oferta turística de calidad.

Tudela debe convertirse en una ciudad abierta, en lo geográfico y en lo cultural. Los barrios de la Ciudad, especialmente el Barrio de Lourdes con su apuesta comercial, deben ofertar de forma integral un nuevo concepto de entender la ciudad, barrios con vida y oferta propia que van más allá de las fiestas anuales. Nuestro Casco Viejo debe jugar un papel trascendental tanto en infraestructuras como en el aspecto y cuidado de sus casas, calles y plazas.

La política municipal de vivienda debe priorizar la vivienda en alquiler y debe crearse un parque de viviendas de alquiler municipal y se tendrá que activar desde el ayuntamiento un impuesto excepcional a quienes mantengan viviendas vacías.

Y para ir finalizando, creo que es necesario que no solo se conozca lo que cobran el alcalde y los y las concejalas sino que su patrimonio, haciendas y cuentas bancarias deben ser públicos.