Opinión

Abiertas las siglas

Este domingo, aquellos que lo deseen tienen una cita con las urnas. 12 comunidades autónomas y más de 8.000 ayuntamientos y concejos celebrarán el que debiera ser el día más importante para la convivencia, si realmente viviéramos en una sociedad y un estado libres y democráticos. Pero esto es lo que hay. No da para más tanta independencia.

A falta de poder optar en una lista abierta por aquellas personas que más confianza nos ofrecen, ha llegado la hora de ir a votar a los representantes de las siglas que nos parezcan más cercanos, que gobernarán nuestros pueblos reflejando ese indirecto sentir popular mayoritario, aunque mal expresado, claro.

Las oposiciones se ganan trabajando, por lo que de igual manera no debería ser válido que se la jueguen a una carta en quince días de campaña, asumiendo las afirmaciones de unas siglas demasiado alejadas de la realidad de la calle. Calles que en esta tierra nuestra necesitan más atención y acción, y menos política barata.

A esos gobernantes de insigne broche, traje o largo vestido, que viven de las siglas y las grandes consignas, pero que no aportan nada, -porque nada saben, ni conocen, ni piensan, salvo llevar la bandera en la procesión o lucir body arropados por el glamour del guardaespaldas-, habría que decirles aquello que reclamaba Joaquín Leguina no hace tanto tiempo: “Cobradnos los impuestos, pero bajad del púlpito”.