Hay dirigentes políticos de esos que están allí porque hicieron el esfuerzo de presentarse cuando no se quería presentar nadie, y que pasado el tiempo en el ejercicio de su cargo, aseguran que les representa un esfuerzo inhumano sin ningún reconocimiento.
Algunas veces nos preguntamos porque se presentaron y porqué están y porque aguantan tanta indiferencia. Quizás ahora sabemos que es por su capacidad megalómana y su instinto iluminado llamado a persistir, quizás influenciados por la mano del padre que finalmente resisten esos requiebros y sus ganas de estar aunque molesten.
El último ejemplo lo podemos encontrar en Buñuel. Al final han instalado el corral de la vacas en medio de una calle del pueblo; sin agua ni comida, sin desagües ni sombras, de acera, acera y de cabo a rabo de la calle, entre las casas y la gente, entre las risas y los llantos, entre la incapacidad y el esperpento.
Hoy se va a inaugurar el corral de vacas de Buñuel en medio de una calle de Buñuel después de realizar el primer encierro de vacas por la mañana. La autoridad se ha impuesto por el bien de los vecinos
Se creen como los antiguos caudillos que están bendecidos con la gracia de dios y que tiene derecho a hacer lo que quieran y antojen con los bienes de sus pueblos. y si acaso: a oir a quien no calle, pero nunca a escuchar lo que les digan.
Tendremos en Buñuel un nuevo símbolo para las siguientes generaciones que nadie en este momento va a saber apreciar pero que pasará a la historia como otro símbolo de iniquidad, de abuso de poder, perversidad, maldad, injusticia a la par de que como en toda la vida del señor, los cabestros irán guiando la manada.
