Se acerca el fin del 2022. La pandemia, la guerra, las dificultades económicas nos aturden. Por suerte, vivimos en la parte privilegiada del mundo y se adoptan medidas para paliar algo la situación. Esto también es posible porque vivimos en democracia, con todos los déficits por los que hay que seguir trabajando para mejorarla, pero democracia.
En los últimos tiempos, en las instituciones y en la sociedad suena el estruendo de quienes, en el fondo, no aceptan las reglas del juego democráticas. Generan un ambiente lleno de insultos y falsas acusaciones. La crispación les favorece, extendiendo la sensación de que la política es eso. Quienes queremos sumar más democracia económica, social, de género, medioambiental, sabemos que la política es otra cosa, que hay muchas personas de diferentes mentalidades y opciones trabajando por mejorar las cosas, reformando y mejorando prestaciones para no dejarnos en la estacada. Eso es la política. Ojalá en el nuevo año 2023, tras el descanso navideño, seamos capaces de no entrar en el juego perturbador de ese ruido y, en vez, sigamos sumando energías e ilusión en un camino de solidaridad, pluralismo, igualdad de género, ecología, y mejora de las condiciones de vida de todas las personas.
¡Feliz Navidad y próspero año nuevo! Zorionak!
