A la hora de redactar estas líneas queda alrededor de un mes para que el cohete inicie las fiestas de Tudela. Quisiera solo hablar del calor humano y climático que suele acompañar ese momento, de las risas juveniles esperando el brillo transgresor de los días festivos, del ritmo lleno de recuerdos que reviven cada 24 de julio en los corazones de quienes acumulamos años y vivencias.
Pero estos días ocurren más cosas. Ayuntamiento y gobiernos autonómicos inician su andadura y víspera de nuestras fiestas hay elecciones a congreso y senado. El resultado de estas elecciones influirá en el salario mínimo o las pensiones, en los derechos para las personas en su diversidad sexual, en las condiciones laborales, en el tratamiento de la violencia de género, en la acogida de personas refugiadas e inmigrantes, en cómo afrontar el cambio climático y en muchos otros temas.
En fiestas de Tudela ya tendremos una idea de cómo van a ser los siguientes años. Las fiestas son para disfrutarlas, pero el día anterior al chupinazo confío en que hayamos votado y lo hayamos hecho pensando en lo que puede acarrear votar una u otra opción.
Ojalá que la víspera en las urnas y el 24 de julio en el cohete suban al universo nuestros sueños por un mundo más humano. Felices fiestas, zorionak.
