Opinión

De líneas e intercambiadores. Segundo acto

De la misma manera que hace unas semanas cuestioné la decisión de Gobierno de Navarra de modificar la línea de autobús entre Fitero y Pamplona, obligando a los viajeros de dicha línea a realizar un cambio de autobús en el intercambiador de Tafalla, hoy agradezco la información que se nos ha hecho llegar y en la que se nos comunica que se restituye el servicio directo que ya existía. Será a partir del 25 de abril. 

Quienes me leyeron en su día me entenderán: lo primero que he hecho es llamar al matrimonio que centraron mis líneas anteriores, y a su sobrino, para darles la noticia. Y, cómo no, se han alegrado. 

No dudo en absoluto de la necesidad de replantear las líneas, los trayectos, los intercambiadores y todo lo que sea necesario. Tampoco dudo de los costes medioambientales de estos servicios. No dudo de lo que el servicio le cuesta a la administración, que gestiona el dinero de todos. Porque el dinero público, sí que es de alguien. Los pequeños ayuntamientos sabemos mucho de lo que nos cuesta mantener los servicios y más ahora, que tiemblan las panderetas cuando llegan las facturas de la luz, del gas y de la mayoría de los suministros. 

Estoy seguro, de hecho, no me cabe ninguna duda, que si nos sentamos “los diferentes” en una misma mesa quizás podríamos ser un poco “más iguales”. Y poniendo en el centro de las propuestas al vecino, al ciudadano, si le ponemos rostro, nombres y apellidos, seremos capaces de humanizar las alternativas. Haberlas, haylas.