Opinión

Replantear Europa

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A pesar de las muchas interpretaciones de resultados y evolución del voto que se están realizando estos días, tanto en clave navarra, como española y europea, la conclusión más contundente tras los comicios europeos que se acaban de celebrar es que la única victoria válida y real, muy real, ha sido la de la abstención, que ha ganado las elecciones por mucho que parezca que la participación no ha bajado tanto como se esperaba, por mil razones locales que no vienen al caso.

Así, esta realidad, triste y contundentemente, nos debe conducir colectivamente a ver con claridad que es necesario repensar el proyecto, y que replantear Europa, decidir hacia dónde se quiere ir y qué espera la ciudadanía continental, es imprescindible, visto que más del 50% de la población, en la mayor parte de los 28 países que conforman la Unión, no ha participado de ella, vía urnas, para una vez cada cinco años que nos dejan hacerlo, aunque sólo sea vía partidos.

Tal desapego, semejante vuelta de espaldas, necesitan de una profunda reflexión y cambio de giro institucional y funcional porque, a pesar de que la idea de unidad europea pudiera gustar, está tan mal definida, descrita y desarrollada, que la mitad de la población no se siente reflejada en ella, guste o no, y eso debe preocuparnos.

Si los grandes fundadores del concepto de continente unido como Schuman, Monnet, Adenauer o De Gasperi, levantaran la cabeza, se llevarían un gran chasco al ver lo poco lejos que se ha llegado, a estas alturas.