Opinión

¿Libre competencia?

Una vez más el Ejecutivo central ha demostrado ser un mamporrero de los lobbys energético y de telecomunicaciones, esta vez, planteando una nueva fórmula para la gestión, cálculo del cobro y establecimiento del precio de la energía eléctrica, cuando menos, bochornoso.



La fórmula planteada requiere auténtica álgebra para conocer qué tiene uno contratado, porqué y a qué precios, dejando, además, más del 50% de las facturas de la luz al pairo de conceptos inexplicados o inexplicables, por no calificarlos, directamente, de humillantes, dado que son, en suma, garantías para las empresas eléctricas, que "amortizan" de ese modo sus inversiones, libremente.



Al igual que ocurre con las autopistas en bancarrota, que van a contar con apoyo público para que les salgan las cuentas, estas multinacionales eléctricas invierten a coste cero mientras no compiten por un producto, -el suministro eléctrico-, para el que España cuenta con vez y media de capacidad generativa respecto de sus necesidades máximas de consumo.



Para sí quisieran nuestras empresas tener esos ratios de "competencia" "libre", y de márgenes, y de inversiones garantizadas, para salir a luchar ante un mercado mermado y cambiante.



La esperanza llegó con la libre competencia, real, que parecían tener las tele operadoras de telecomunicaciones, que han ajustado precios y mejorado servicios, pero, una vez más, como se ha comprobado con la adquisición de Ono por parte de Vodafone, y otras "fusiones" igualmente ilegítimas, en este país de mierda sólo competimos los tontos... ¡Y así nos va, claro!