Desde el mismo momento en que nacemos, comenzamos a negociar con nuestra madre para, a base de llorar, lograr mamar. En casa, en familia, en cuadrilla, entre vecinos, en la calle, todo es equilibrio de fuerzas y sentidos para lograr una dirección común, entonces... ¿porqué la política no marca las mismas lógicas?
Este sábado se constituirán todos los Ayuntamientos en España, y estos días harán lo propio nuestros Parlamentos autonómicos. Sin embargo, todo son dimes y diretes acerca de si habrá acuerdos o serán necesarias ‘segundas vueltas’. Nadie reclama a nuestros representantes que desarrollen su función, cumplan su papel, se pongan a trabajar en serio, y lleguen a acuerdos y entendimiento, que es para lo que fueron elegidos.
Abogar porque sean los más votados o que se diriman ‘empates’ en nuevos comicios, es volver a echar la culpa al ciudadano de sus incompetencias y sin sentidos.
De lo que se trata es de que avancemos y, para ello, además de que ladren los perros mientras se cabalga, hace falta altura de miras, ¡y saber estar!
Mariano N. Lacarra
Director
