Opinión

Solidaridad

En el mundo hay, casi permanentemente, unos 30 conflictos armados de los que apenas recibimos información alguna. Vivimos muy cómodos y tranquilos en occidente. No sabemos lo que es sufrir, ni lo que se cuece por ahí, en el orbe. Sólo interesadamente nos llegan algunos retazos en la prensa seria, y fogonazos, más bien centrados en la anécdota, en la televisión. 

Por ello, sorprende el interés postplandémico que ha despertado el conflicto en Ucrania, invadida ilegal e ilegítimamente por Rusia, de ello no hay duda. Que sí, que éste nos cae más cerca, pero la humanidad está en todas partes, por ello sorprende tanta reacción, tanto interés, tanto ruido.  

De acuerdo, Biden, desde Estados Unidos, quiere una Europa ‘entretenida’. Y de China ya hablaremos. Así que en estos extraños momentos de guerra abierta, -entre otras guerras muy frías y sucias que no se perciben-, sólo cabe observar el valor de la solidaridad, la colaboración y la cooperación humana. Y ésta puede llenarnos de orgullo... Las muestras de protesta, pesar y dolor en concentraciones, manifestaciones, colectas e iniciativas varias, en verdad, dan alegría y aportan esperanza.