Opinión

¿Sabe hacia dónde va?

El sábado actuó en el Teatro Gaztambide la magnífica OSN, Orquesta Sinfónica de Navarra, bajo la experta batuta del director polaco Antoni Wit, que nos volverá a visitar en abril.

Mientras se escuchaban los acordes de Haydn, Mozart y Beethoven, se entreveía en la labor acompasada de los maestros un saber hacer contundente y placentero. A diferencia de la política navarra, Wit conducía la orquesta sin partitura porque conoce la música de memoria y los músicos respetan su saber, pero en esta tierra nuestra, Barcina, que no lidera ni su propio partido, UPN -que está buscándose a sí mismo-, anda dirigiendo lo público sin siquiera tocar unas notas para acompasar los múltiples instrumentos de una orquesta social y empresarial que, como Ella, no sabe dónde está ni a dónde va.

Al igual que Zapatero en su tiempo y que Rajoy ahora, no dirige desde el conocimiento y la memoria, sino desde la impronta e intereses no del libreto sino de la opinión pública y publicada y así nos va, claro.

¿Todos iguales?

El paseíllo dado ante la puerta de los Juzgados de Mallorca el otro día por la Infanta Cristina, sonrisita en ristre incorporada, es la imagen más fiel de la España de pandereta, falsedad y ruina que padecemos.

El gesto representó la peor de las metáforas de que en esta tierra eso del "todos somos iguales" es una entelequia, y un símil grotesco y desmesurado de que aquí todo vale, según para quién.

La ciudadanía está, con razón, enfadada y frustrada, al ver cómo la cordura se aleja de la política,

y el derecho y la justicia agonizan.