Opinión

Camino seguro para Navarra

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La negociación emprendida por el nuevo gobierno griego, en manos de la izquierda radical hermana de Podemos, con las autoridades europeas para saldar el pago de la deuda que el país heleno tiene contraída, con el consiguiente revés para las expectativas que había creado en la población y las condiciones que quería imponer al conjunto de los estados comunitarios, es una demostración de que cuando hay unas normas fijadas y acordadas por todos, uno no se las puede saltar a la torera porque sí, desatender los compromisos adquiridos, romper la estabilidad y las reglas del juego.

La demagogia y el populismo se han dado de bruces con la realidad.

De la misma forma, cumplir las normas establecidas en relación con el déficit público por parte de los estados y las Comunidades Autónomas no ha sido plato de buen gusto para nadie; ha supuesto sacrificios y esfuerzos para la sociedad, pero era un camino que había que recorrer para enderezar la economía, reequilibrar las cuentas y ofrecer confianza a los mercados y a los inversores internacionales. En definitiva, para dar estabilidad y solvencia, y Navarra ha hecho sus deberes, como así ha sido reconocido.

Mientras unos hemos defendido una actitud responsable a la hora de acometer las medidas necesarias para cumplir lo exigido desde el convencimiento de que ajustar el gasto era compatible con el mantenimiento de los servicios públicos, otros se han dedicado a destruir al adversario, a quien no tenía otro remedio que ser a veces impopular, porque lo que les ha interesado es el “cuanto peor, mejor” y dificultar todavía más la recuperación económica. Uno de los partidos que ha abanderado esta política es Euskal Herria Bildu, que incluso ha querido aprovechar esta situación para pregonar supuestas bondades de un cambio de estatus para Navarra, buscando siempre el mismo objetivo: ir avanzando en la desaparición de Navarra como comunidad propia y diferenciada para integrarla en su proyecto de nación vasca.

"La demagogia y el populismo se han dado de bruces con la realidad... 

Respetar las normas, los acuerdos y los marcos establecidos  no va con ellos"

Cualquier cosa les vale para conseguir sus planes. Y si Navarra es más inestable en lo económico, en lo social y en lo institucional, mejor que mejor. Respetar las normas, los acuerdos y los marcos establecidos de común acuerdo no va con ellos. Pero hacerlo es fundamental para la solvencia de nuestra economía y la prosperidad de empresas, familias y ciudadanos en general.

Hoy la estabilidad es un valor muy preciado para las sociedades modernas y avanzadas como la Navarra. Es evidente que las aventuras a las que nos quieren dirigir los partidos radicales de corte populista o independentista no son las que convienen a una tierra que quiere seguir ofreciendo oportunidades para atraer inversiones y consolidar el mantenimiento de las empresas ya establecidas, con medidas incentivadoras, una fiscalidad adecuada, marcos legales seguros, apuesta por la competitividad y la innovación, y políticas activas de empleo.

Mariano Herrero Ibáñez

Alcalde de Monteagudo

Presidente de la FNMC