¿Qué voy a decir sobre la Navidad que no se haya dicho ya?
Sin duda una época que genera sentimientos. Fantasía, alegría, ilusión, nostalgia, tristeza… Villancicos, regalos, reencuentros amistosos, vacaciones, luces, adornos, prisas, compras…Las cenas y comidas familiares son un punto importante que denotan el amor que existe. La fantasía y la magia únicamente la sienten los niños, los que verdaderamente disfrutan la Navidad. La nostalgia suele alcanzar la cima de la tristeza para muchos debido a personas que ya no están.
Tristeza para unos, sensibilidad para otros, dolor, depresión. No hacer las cosas a tiempo ocasionará malestar, estrés, ansiedad y locura; todo esto formará parte de uno si no planifica bien la situación.
En fin, a veces pienso que la Navidad solo es un sueño que se repite año tras año, te acuestas el 23 de diciembre y te levantas el 24 pensando en las buenas acciones que vas a hacer: ser buena persona, estar con la familia, sonreír a la amistad, transmitir la importancia de dar y recibir amor, ser solidario, alimentar el espíritu, gritar puño en alto paz y amor… y de repente “zas” suena un despertador radical el 7 de enero, nos levantamos y volvemos a la carga cotidiana olvidándonos de todo.
Es un tema complicado y trabajo duro el poder moldear y/o cambiar algunos corazones de esos que solo en Navidad dan lo mejor que existe en ellos y el resto del año no parecen ni seres humanos.
Pues entonces…Soñemos siempre.
Feliz Navidad para tod@s.
