Difícil es pensar en la llegada de unas fiestas que un año más no pueden celebrarse en condiciones. Este año, aunque en pequeñas dosis, como la vacuna, algo podremos disfrutar, de forma limitada por el bien de todos. Y es que los tiempos difíciles llevan a usar la creatividad para crear y eso es muy bueno porque afloran hechos que en buenos tiempos ni nos da por imaginar. Ante momentos complicados nuestro organismo se pone en funcionamiento y reacciona. Este año han trabajado en ello y eso hará que no falte la ilusión y las ganas de sentir. Se podrán soltar parte de las emociones que serán temporales y efímeras pero que perdurarán como un recuerdo especial y de una forma significativa.
Ahora solo pienso en una prospectiva hacia las futuras fiestas, las de verdad. Se tiene la oportunidad de prepararlas de gran valor para que la gente jamás las olvide.
Ojalá la pandemia nos haya enseñado a configurar nuestro interior a la hora de disfrutar con el exterior echando mano del bienestar, la alegría y el disfrute sano sin tener que usar el daño, el maltrato y la muerte en otros seres para divertirse.
Sería un buen momento para usar esa creatividad que tenemos para crear en nuestras fiestas, siempre, actos que establezcan un patrón de comportamiento que de tranquilidad a todos y reduzca el malestar de muchos.
¡Que paséis buenos días!
