Durante estas fiestas patronales, he visitado la iglesia de la Magdalena y contemplado la imagen de Santa Ana, la vieja. Emocionante recuperación de una procesión, convertida en tradición, gracias al esfuerzo de unos cuantos tudelanos, devotos y amantes de las tradiciones.
Al salir de la iglesia y observar el magnifico pórtico, que antiguamente estaba oculto, por una puerta de madera y que ahora deja ver todo su esplendor, veo que hay una grieta y algún desprendimiento de piedras.
Consultado con Príncipe de Viana, me comentan que ya lo tienen localizado y que efectivamente no es una buena noticia.
Tudela tiene un hermoso, a veces único y sin duda abundante, patrimonio.
Merecedor de un seguimiento, conservación, difusión y tratamiento, como pocos en Navarra.
Como el problema, siempre es presupuestario y las intervenciones se realizan por impulsos costosísimos y a veces de difícil explicación, me atrevo a sugerir a nuestras autoridades, gubernamentales, arzobispales y municipales, que constituyan una mesa de seguimiento de nuestro patrimonio cultural en Tudela. El objeto sería preparar un plan, a largo plazo, de intervenciones continuadas y blindadas económicamente.
Creo que Tudela se merece otro tratamiento y no estar permanentemente, acudiendo a Pamplona, permítanme la expresión a “mendigar”. Necesitamos planes concretos y financiación adecuada.
