Opinión

Vuelta a los años 60

Gurelur alerta sobre la disparatada gestión que se está haciendo de la fauna en peligro de extinción, tal como ocurría en los oscuros años 60, cuando no existían leyes ambientales, cuando nadie sabía de la importancia que para nuestro futuro como especie tenía el cuidar la naturaleza y cuando todo valía con la excusa de “mejorar la calidad de vida”: vertidos contaminantes, sobreexplotación forestal y cinegética, incendios, venenos y pesticidas, y construcciones de todo tipo.   

De entre la barbarie ambiental de aquellos oscuros tiempos no hay que olvidar la existencia de las que denominaban Juntas de Extinción de Animales Dañinos. Estas destructivas Juntas se crearon oficialmente en el año 1953, aunque en algunas provincias ya funcionaban desde el año 1944, perdurando hasta su desaparición en 1970 con la creación de la ley de caza del citado año. En este periodo de tiempo dieron muerte a más de 650.000 animales considerados alimañas. Se gratificaba la matanza de aves y mamíferos. Se contabilizaron que habían eliminado con todo tipo armas y demás artes destructivas 2.000 lobos, 55.000 zorros, 50.000 cuervos, 3.500 gatos monteses, 4.000 jinetas, 5.000 águilas, 6.000 halcones y alcotanes, 11.000 milanos y 1.000 buitres.

Después de un trabajo ingente por parte de asociaciones ecologistas, políticos y técnicos ambientalistas se consiguió sensibilizar a una parte importante de la población de la necesidad de recuperar y conservar las poblaciones de los animales denominados alimañas, al ser estas especies imprescindibles, al igual que todos los animales salvajes, para la recuperación y conservación del equilibrio ecológico. Fruto del trabajo realizado es el aumento poblacional que algunas de estas especies han experimentado. Pero por desgracia, poco a poco se está volviendo a una situación preocupante para el futuro de muchas especies con poblaciones reducidas y soportando múltiples agresiones.

Desde hace dos legislaturas en Navarra se permite y se alienta la cautividad de especies que están en peligro de extinción, se permite el ejercicio de la caza durante todo el año con las consiguientes molestias a la fauna en época de reproducción, se está permitiendo la caza de especies silvestres con poblaciones muy reducidas y/o cuya presencia en la naturaleza es imprescindible para mantener el necesario equilibrio ambiental. 

Al igual que en los años 60, se sigue criminalizando a las especies predadoras sin argumento científico alguno y sin que los ecologistas y técnicos podamos aportar nuestros conocimientos en la gestión de la fauna. Desde la administración ambiental se decide qué especies hay que matar y a cuáles pueden los cazadores eliminar a su antojo. En Navarra se matan miles de zorros con todo tipo de artes de destrucción. También se permite matar a especies fácilmente confundidas por los cazadores y que no se aprovechan para comer tales como picarazas, cornejas, cercetas, fochas, avefrías y agachadizas. Las mayores masacres se infringen al zorzal común, zorzal charlo, zorzal real y zorzal alirrojo que se abaten desde las palomeras. 

A esta nefasta gestión de la fauna silvestre hay que unir las insostenibles matanzas que ocasionan las centrales eólicas que se han construido principalmente en las zonas de mayor valor ambiental y paisajístico de la Zona Media y Ribera. Los tendidos eléctricos, que se distribuyen por todo el territorio foral, también matan importantes cantidades de ejemplares de especies en peligro de extinción. Por si la muerte de miles de ejemplares todos los años en las centrales fuera poco, ahora el Gobierno de Navarra ha manifestado que, a partir de ahora,  los proyectos de energías renovables no tendrán que someterse al estudio de impacto ambiental, vamos, que van a matar con sus aerogeneradores y demás instalaciones industriales a toda la fauna que se interponga a sus destructivos proyectos.

Lamentablemente, la naturaleza navarra y su fauna van camino de retroceder a la situación que se vivió en la década de los 60, en los que se pagaba por matar a la fauna predadora que, los ignorantes de la época, al igual que los actuales en Navarra, ni saben de gestión ambiental, ni tienen la sensibilidad necesaria para no contribuir de forma tan sangrante en la destrucción de la fauna navarra. Nos están llevando a la oscuridad más absoluta.

Gurelur
Fondo Navarro para la Protección del Medio Natural