Un evento que quienes tenemos canas lo hemos vivido en otras ocasiones. A veces en situaciones de fuerte represión; hoy con más tranquilidad pero con idéntica intensidad, como una ocasión propicia para avanzar en nuestro objetivo de socialismo e independencia.
Los tiempos han cambiado y con ellos las formas de lucha también, pero lo que no ha cambiado es este objetivo. Tantos años de dar la cara y de logros pequeños o grandes han mantenido la esperanza en una sociedad más justa y nuestra; esperanza que la futura generación hará realidad.
Hemos tratando de conjugar, como las dos caras de la misma moneda, nuestros objetivos de clase obrera y de pueblo soberano. Una larga lista de problemas siguen pendientes: se llaman euskera y justas pensiones, acogida de emigrantes y residencias públicas, envejecimiento activo, sanidad pública e igualdad de género… Por ellos hemos luchado en las fábricas y en las calles y ahora defendiendo una vejez digna sin olvidarnos de apoyar, en la medida de nuestras fuerzas, a los movimientos populares.
Somos conscientes de lo que falta por hacer, sabemos que la vara de mando sigue estando en manos del capitalismo negador de la dignidad humana y que los estados español y francés siguen empeñados en diluirnos como pueblo, negándonos nuestro derecho a nuestra lengua, a la autodeterminación…
No nos podemos descuidar. Cualquier paro en el camino, cualquier retraso en nuestras exigencias es dejar que el fascismo vaya avanzando. Es necesario crear esperanza, buscar la unidad popular aglutinando fuerzas ante los problemas comunes (sanidad, pobreza, identidad como pueblo, emigración…) saber trabajar con el de al lado cerrando las puertas al pensamiento único y a la represión.
Junto con la imprescindible lucha del pueblo, contamos con un arma reciente que ha demostrado su eficacia logrando avances, llamémoslo importantes llamémoslo migajas, en los objetivos comunes.. Nos referimos a Bildu nuestra buena compañera. Bildu para nosotros es continuidad y adaptación a las actuales situaciones. Es elemento de garantía, de que la lucha de los movimientos sociales tendrá su voz y su defensa en las Instituciones. Un avance en su presencia institucional facilitará un avance para todo nuestro pueblo.
Ángel Fernández, Luis Igeltz y Patxi Erdozain
Socios de Sasoia
