Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, y en mi caso en el mismo camino, aunque distinta tapa de alcantarillado, cuyo cemento en el que se sostiene está notablemente elevado por encima del nivel del suelo.
Carretera Zaragoza, Tudela, camino farragoso hacia Eroski para los viandantes y aficionados a correr, como en mi caso, y carril bici para niños y mayores que quieren disfrutar del deporte sobre ruedas al aire libre. Pero, ¿quién dijo que practicar deporte es saludable? Y lo es, señor Alcalde, eso sí, si se practica en una zona segura, porque por lo que he podido comprobar en primera persona, y creo que recogiendo la voz de muchos tudelanos, este trayecto no está correctamente cuidado, y no es del todo seguro.
El asfaltado del carril bici está lleno de baches, elevaciones, y rajas en el suelo que han provocado más de una caída a algún despistado. Por otro lado, y como he comentado anteriormente, el camino de tierra está lleno de tapas de alcantarillado bajo un cemento que se eleva a bastantes centímetros del suelo y que convierten el trayecto un tanto más peligroso, provocando desafortunadas caídas a jóvenes y mayores.
Y qué hablar del estado de los arbustos y ramas de los árboles, cuyas hojas apenas dejan ver los obstáculos del suelo, que junto a la escasa iluminación del camino a partir de las 21.00 horas, han provocado y seguirán provocando tontas o no tan tontas caídas a los que habitualmente practicamos deporte gratuito por allí.
¿Cuántas caídas silenciosas tendrán que darse para que mejoren el estado del camino? Todas las necesarias menos “la suya”.
Firmado: una aficionada al running con rasguños y algún que otro moratón en las nalgas.
Cristel Marqués Ruiz
