Opinión

Aspiramos a llegar a ser mayores, pero en nuestra casa

Desde MAYORES FRENTE A LA CRISIS llevamos meses con una campaña en la que planteamos la necesidad de una mejora sustancial del Servicio de Atención Domiciliaria, de la Residencias y de los Centros de día.  Cuando se pasa de 65 años normalmente se tienen unos años de absoluta independencia, pero poco a poco se van necesitando unas mínimas ayudas y normalmente esta situación va empeorando. Es a partir de esa situación  donde  los mayores quieren  mantenerse en su domicilio. Esto a veces se puede conseguir y otras no, y en ese caso son necesarias las Residencias.

Lo grave de la situación es que el Gobierno de Navarra tradicionalmente ha intentado resolver  estas carencias dando ayudas económicas a las familias, para que éstas las resuelvan como puedan De hecho somos una de las comunidades autónomas con más porcentaje de este tipo de ayudas. Pero esto conlleva dos problemas serios:  el primero es que normalmente son las mujeres de las familias las que se hacen cargo de sus mayores, cosa que no debería ocurrir desde el punto de vista de la igualdad. Por otro lado a veces lo que sé hace es contratar a personas sin una formación específica en estos temas,  muchas veces mal pagadas y por lo tanto no  dan al mayor una buena ayuda.

Por eso la solución que se da mayoritariamente en todos los países de la Unión Europea es el Servicio de Atención Domiciliaria. Este servicio no supone que desde el principio se tenga que estar ayudando con muchas horas a la gente mayor. Debe ser una ayuda  escalonada dependiendo  de la autonomía  física y psicológica, que van desde una simple ayuda en la compra, en la  cocina o en ciertas gestiones,  hasta en los casos más graves,  la necesidad de ayudar a levantarlos  y acostarlos,

En Navarra hay varios problemas  a tener en cuanta para afrontar las soluciones, que necesitan respuestas al menos a medio plazo. Porque también somos conscientes de que a corto plazo la situación es muy complicada para resolver todos los problemas a la vez, pero si se necesita una estrategia para que lo que se haga sea coherente

En primer lugar decir que las competencias de atención domiciliaria están en manos de los Ayuntamientos, lo que  conlleva el problema de la financiación, pero también el problema político de la voluntad de cada Ayuntamiento para dar o no ese servicio a la población. Por lo tanto debería de haber un plan desde el Gobierno de Navarra que afronte la necesidad del Servicio de Atención Domiciliaria en todo el conjunto de Ayuntamientos de Navarra, ofreciendo ayudas económicas pero también una coordinación de todo el territorio. Y más fácil será la solución si es posible formar Mancomunidades.

En segundo lugar es evidente que habrá que afrontar las diferencias que existen entre poblaciones rurales muy diseminadas o ciudades de tipo medio o grandes y que por lo tanto requieren de soluciones diferentes,  pero no por ello deben de dejar de ser efectivas.

En tercer lugar nosotros no entendemos la ayuda a los mayores sin una visión más global, tanto en lo que se refiere a la Salud como a su coordinación con el Trabajo Social. En ambos casos esa coordinación asegura un trabajo más profesional, e incluso un ahorro en el caso de Osasunbidea.

En cuarto lugar éstos objetivos  deberán llevar aparejado una importante  contratación de personal que deberán ser profesionales, con una  buena valoración de los puestos de trabajo.  Este importante aumento de los puestos de trabajo vendrá a suponer un alivio para el paro feminizado que hoy existe.  Puestos de trabajo que deben de tener una adecuada remuneración salarial y una carrera profesional con futuro. No hay profesionalidad con puestos de trabajo mal pagado o eventual.

 Es evidente que esta fuerte inversión tendrá que salir de los presupuestos de Navarra y no se trata de hacerlo en un año. Pero sí de tenerlo como objetivo  para que en pocos años podamos ir a un modelo de sociedad en el cual los cuidados sean un objetivo básico,  una pata importante del Estado de Bienestar  Hay que pensar  en una sociedad no tan competitiva sino más centrada en el bienestar de la mayoría.

Esto  conlleva un debate sobre si estas inversiones deben de hacerse con GESTIÓN PÚBLICA O PRIVADA.  La experiencia nos demuestra que cuando se da a la gestión privada el objetivo de esta es fundamentalmente obtener  beneficios. Y si no los obtiene por un incremento importante de la contratación con la administración,  al final los obtiene por contratar personal con bajos salarios, con pocos incentivos, con mucha rotación,  lo cual conlleva que se pierde profesionalidad, o es a base de reducir costos en comidas o en material. 

El día 9 de Mayo MAYOR FRENTE A LA CRISIS tuvimos una mesa redonda con los principales partidos políticos que se presentan a las elecciones (PSN, Geroa Bai, EH Bildu, UPN y Contigo Navarra)  En general la mayoría de los partidos apostaron por una estudio en profundidad de la situación de los mayores, afrontando  que si ahora somos un 25% de la población en pocos años llegaremos al 30% . Y necesitamos  soluciones globales y de calado. Las diferencias empezaron porque  hay un partido que apuestan por lo “privado”.  

Hay otros partidos, que plantean que lo público debe ser el motor pero apuestan más por  lo  “concertado”, o sea por  una gestión privada,  tanto del Servicio de Atención Domiciliaria como de la Residencias o de los Centros de Día.  Y por último hay partidos más a la izquierda que plantean la necesidad de que la gestión sea pública, que es la solución que nosotros planteamos desde MAYORES FRENTE A LA CRISIS    

En todo caso este debate debe realizarse en primer lugar en la sociedad,  para que los partidos políticos escuchen a la opinión pública y  se  vean incitados a tomar decisiones y exponer claramente el modelo por el que apuestan. Para que se afronte este importantísimo objetivo con medidas a corto y a medio plazo.

Desde MAYORES FRENTE A LA CRISIS no vamos a dejar de intentarlo. Porque  si hay suerte todas las personas acabaremos siendo  MAYORES.

Javier Ordoñez, Guadalupe Yoldi, Fernando Viedma, Blanca Unzue y Paco Jiménez