Opinión

1º de octubre, Día Internacional de las Personas Mayores

El 1 de Octubre celebraremos el Día Internacional de la Personas Mayores. Y lo hacemos sin haber superado la peor crisis sanitaria que nuestra generación ha conocido y habiendo pagado un doloroso precio en vidas y en infinidad de secuelas negativas que hoy sacuden los diferentes ámbitos en los que la gente Mayor nos movemos y actuamos. 

¿Hay por tanto algo que celebrar? Sí que debemos aprovechar este día para recordar de manera especial a todas las personas que la Covid 19 nos ha arrebatado y también a quienes han sido víctimas directas del deterioro en el seguimiento de sus enfermedades, debido al colapso en la atención sanitaria. Reiteramos nuestro reconocimiento al esfuerzo y dedicación abnegada de tantas personas sanitarias, así como trabajadoras y cuidadoras residenciales y de Atención a Domicilio que han tenido que afrontar y sufrir condiciones límite en el desempeño de los cuidados. 

Si algo ha quedado claro en esta crisis sociosanitaria ha sido la importancia de los Servicios Públicos y la necesidad de aumentar los recursos en todos y cada uno de los espacios del Sistema de Salud Pública. Empezando por el primer servicio de salud al que acude la ciudadanía, la Atención Primaria: Es un clamor entre la gente mayor la exigencia de una atención personalizada que tan necesaria es y que no podemos permitir que se sustituya por otras prácticas. Teniendo en cuenta que más del 80% de la gente mayor hoy prefiere vivir en sus casas, se requiere un Servicio de Atención a Domicilio radicalmente diferente al que hoy existe. ¿Y qué decir de los Servicios Residenciales? El impacto estremecedor que ha tenido esta Pandemia en las Residencias y Centros de Mayores ha convulsionado la opinión pública y exige un cambio drástico en recursos materiales, recursos humanos, calidad de la atención y control público. 

Recursos materiales para que la Ley de Dependencia pueda atender puntual y eficazmente todas las necesidades. Recursos humanos para que nadie se quede sin atención sanitaria pública, se centre el cuidado en la persona y tengan las personas cuidadoras condiciones laborales dignas. Es imprescindible, además, un riguroso control público que haga prevalecer la calidad de los cuidados frente al beneficio empresarial en las Residencias. 

Hay muchas necesidades y muchos intereses en juego. Todas estas exigencias y urgencias tienen que encontrar una respuesta clara en un momento en el que se dilucida cómo y en qué gastar los Fondos Europeos. La Gente Mayor nos jugamos mucho en este momento. Más que nunca es necesario reivindicar una política fiscal progresiva y una decidida lucha contra el fraude y la evasión fiscal, además de reforzar un exhaustivo control del dinero público. La experiencia nos ha demostrado que nada se consigue sin fuerza y lucha social. Y en este momento se necesita el máximo de unidad y firmeza en la defensa de todos estos objetivos. 

No tenemos más que mirar lo que está sucediendo en estos días con el recibo de la luz, un bien indispensable para el bienestar. Unas empresas que aprovechándose de una legislación ventajista no tienen el menor reparo en sablear los bolsillos de la ciudadanía, siendo el sector de personas mayores uno de los más perjudicados, y sin que parezca que nadie pueda frenar este vergonzoso expolio. O, en otro orden de cosas, de menos alcance social pero lesivo para la vida de la gente mayor, la actitud de la banca, a cuyo rescate tuvimos que acudir, poniendo todo tipo de trabas y dificultades a la hora de poder utilizar sus servicios. Vaya nuestra denuncia y la exigencia de poner freno a todos estos abusos. Esta crisis ha quebrado muchos planes y vivencias de la gente mayor. Frente al miedo y la soledad que atenazan a una franja importante del colectivo de mayores, necesitamos reencontrarnos con ese optimismo vital que esta pandemia ha ido minando. Hoy más que nunca tenemos que hacer visible que la vida, una vida digna de las personas mayores, importa mucho a esta sociedad. Esta es la principal apuesta en este 1 de Octubre, día internacional de las Personas Mayores que nos gustaría poder compartir con todas vosotras y vosotros. 

Por último, hay que recordar que, fruto de las movilizaciones de las y los pensionistas conseguimos derogar una parte muy importante de la Reforma de Pensiones que el Gobierno del PP impuso con su mayoría absoluta. Ello no significa que no queden temas de gran trascendencia, como las Pensiones Mínimas. Que deberán ser mejoradas sustancialmente tal y como recomienda la Carta Social Europea. Por ello emplazamos al Gobierno Central y de Navarra, a que haciendo uso de sus competencias, aborden sin demora esta tarea, dado que es una cuestión de imperiosa necesidad. Medidas también contra la brecha de género y otros aspectos de calado. Por ello es necesario estar alerta y responder unitariamente en la defensa de unas pensiones públicas y dignas, para los y las pensionistas de hoy y los del futuro. 

AMONA, ANAPEN, ANAPP, FP. CCOO, LACARRA, ONEKA, PENTSIONISTAK MARTXAN, SASOIA, UJP-UGT