Opinión

Somos del Sur… ¡y a mucha honra!

Igual no es responsable, políticamente correcto o inteligente, pero me declaro latino y miembro orgulloso de la Europa del Sur...

Igual no es responsable, políticamente correcto o inteligente, pero me declaro latino y miembro orgulloso de la Europa del Sur...ahora que parece que está de moda mirar a los países del norte, a sus costumbres y su manera de ser y avergonzarnos de cómo somos, me declaro del Sur. Sí ya sé que en Finlandia su sistema educativo es mucho mejor que el nuestro. Que la corrupción es impensable en Suiza, que en muchos países norteños dimiten los políticos por hacerse público que copiaron en un examen que realizaron en primaria cuando tenían 10 años y que el rendimiento en el trabajo de los alemanes es muchísimo más elevado que el nuestro… Ya lo sé, pero a pesar de todo sigo sintiéndome orgulloso de ser latino y de la Europa del sur. Será por el clima o por las muchas culturas que han pasado por aquí, no sé, pero no me cambio. La alegría que tenemos los de esta parte de Europa, la felicidad que emanamos, no la tienen los de arriba... y por mucho que digan yo tengo más cosas en común con italianos, portugueses o grecos, que con suecos o daneses, a quienes veo como sosos, como apagados, como tristes o melancólicos. ¡’Joer’, Si no tienen ni color, ni alegría hasta que vienen al Sur! Si se van y están todo el año deseando que llegue el verano para volver, cosa que hacen definitivamente en cuanto se jubilan.

Y si por algo no me cambio es por esas ganas de vivir que tenemos, ese gusto por el salir a la calle, por el compadreo, por la diversión… en fin, por la fiesta. Y es que en el Sur tenemos las mejores celebraciones: Fallas, Feria de abril, Fiesta de moros y cristianos, Sanfermines y con cualquier cosica nos lo pasamos bien. 

"Será por las ganas de vivir o por las muchas culturas que han pasado por aquí, pero no me cambio”

Que hay vino sobrante, pues batalla de vino en Haro. Que hay excedente de tomates, pues tomatina en Buñol o Tarazona… y en Tudela tenemos las mejores fiestas de todas: nuestras Fiestas de Santa Ana. 

Y además somos un pueblo que con poquico nos conformamos, sólo hace falta un poco de música, unos tambores y algo de alegría en la calle para que nos pongamos a celebrarlo y salgamos de casa para pasarlo bien, ya sean por los carnavales antes, o por la Virgen del Quinche ahora.

Eso de que a las siete y media de la tarde ya te tengas que meter en casa, sin tomar un pote, una caña o un café, sin charlar con amigos en la calle, sin dar un garbeo, una vueltica o coger un capacico, no va con nosotros. El juevincho es impensable en el norte. 

¡A ver, que una de las fiestas más alegres y divertidas de los países del norte sea lanzar un queso por un montecico lo dice todo! En el Sur tendremos nuestras cargas negativas pero éstas se borrarán y olvidarán, seguro, el 24 de julio cuando se eleve al cielo el cohete y explote, encendiéndose una alegría desbordante. Así que desde aquí revindico las fiestas de los países del sur y propongo divertirse, relacionarse, coger a todos los europeos norteños que vengan, y conseguir meterlos en la fiesta y sobre todo saludar y dar abrazos desde el chupinazo hasta la extenuación.